Bienvenid@s

Hola!!!

Hombres mirando-nos es este acercamiento para que podamos compartir las cosas que nos duelen por seguir el modelo tradicional de la masculinidad, al romper con estas ideas y conductas nos brindarán mejores beneficios en nuestra vida emocional con uno mismo, la pareja, nuestras relaciones familiares y cotidianas.


Le apuesto al compromiso que podemos hacer los hombres para tener una vida sana, basada en la igualdad de género y renunciar a todas de las violencias que ejercemos los hombres.

Ahora te invito a que nos miremos desde otras formas de ser hombres.

Cirilo



lunes, 31 de enero de 2011

La sexualidad masculina: los hombres que quieren más

Este producto no es para los que no pueden,
sino para los que quieren más.

Aunque la masculinidad como construcción social implique el ejercicio del poder, no necesariamente significa que todo hombre individual, por sólo serlo, sea poderoso y tenga poder, sin embargo, la violencia es una forma de obtenerlo.

Con base a lo anterior, a los hombres se nos ha enseñado culturalmente a ejercer y controlar nuestra sexualidad, tener relaciones sexuales y ser excelentes en nuestro desempeño sexual con las mujeres, sin embargo, muchos hombres siguen sintiéndose presionados por no cumplir con estas expectativas.

La masturbación y primera relación sexual nos marca a los hombres pues dejamos de sentirnos niños y por lo tanto, inician las competencias sobre el desempeño sexual entre los hombres. Los procesos homosociales con relación a la vida sexual entran en una situación dicotómica: por un lado se expresa abiertamente las conquistas sexuales y por otro, se ocultan los malestares y el temor a dejar de funcionar sexualmente.

Cuando estos miedos masculinos no son hablados con la pareja, una forma de expresarlo es a través de la violencia, pues esta es la única forma de someter, no solo el temor, sino la “pérdida” de su masculinidad.

En la cultura masculina, cuando un hombre hace abierta su preocupación sobre su vida sexual, algunos hombres tienden a burlarse de él y hasta cuestionan su heterosexualidad.

La virilidad, basada en el poder y la violencia, implica que los hombres funcionen exitosamente a toda costa; para ello, el cuerpo, su funcionamiento y desempeño se reduce al enfoque del mercado farmacéutico.

Los mensajes de estas empresas presionan socialmente a muchos hombres para comprar sus productos, no importando las condiciones alimentarias, adicciones, niveles de estrés y de riesgos sobre la salud en la que se encuentran muchos hombres como resultado de una cultura machista.

Para los hombres que quieren más, perpetúan una serie de mitos con relación al desempeño sexual y la hombría, pues siguen reforzando que los hombres solamente se valoran por la actividad sexual y no desde una mirada integral.

Los hombres que se resisten a vivir de manera responsable y a disfrutar su vida sexual responsable satisfactoriamente, continúan con prácticas de riesgo y una resultante de ello son los índices de población masculina infectada por el VIH o del Virus del Papiloma Humano, a ello hay que sumarle, la disfunción eréctil y la eyaculación precoz.
Para los hombres que quieren más, muchas veces les es imposible sentir emocionalmente sus miedos, pues en la estructura masculina de poder, los hombres no tenemos que sentir esas emociones porque vulneran nuestra identidad.

Mientras los hombres sigamos bajo los mismos esquemas machistas, continuaremos teniendo consecuencias  de riesgo en nuestra salud sexual, para cambiar y mejorar, es necesario romper con ellos y fomentar el autocuidado, mejorar las condiciones alimentarias, el ejercicio y sobretodo, dejar de ver a la violencia sexual como el único referente de nuestra masculinidad.


Autor: Cirilo Rivera García

lunes, 24 de enero de 2011

Eso de andar de hombre.

Primera colaboración del blog, nuestro amigo Hugo Huberman de Lazo Blanco de Argentina.

Salgo a la calle con mi traje de hombre, voy andando seguro, exitoso, ganador, registro los carteles que me alientan, a sentirme mas hombre, ponla, hazlo, acaba con ella...
Registro perfumes que sirven para cazar, calzones que producen escozor , coches que me prometen la felicidad completa al instante …pastillas que me rodean y me anuncian que podré con todas, no importa cuantas sean.

Tomo el colectivo , subo, paso mi tarjeta me miran y miro…llego al trabajo , allí saben respetar a un hombre de verdad, grito y todos me obedecen , hago un chiste obsceno y todos se ríen…me festejan…me hacen sentir mas hombre…vuelvo a casa…esta todo en su lugar….ella se encargó, es bien mujer…prendo la tele y ahí están todas ellas ofreciéndome que sea su hombre definitivamente, que le dé todo lo que otros hombres no supieron darle, que no le tenga piedad …me aburro, decido salir a tomar algo en el bar de la esquina…entro, somos todos hombres…el televisor incluido.

Cervezas, salames y vinos rodeados de hombres...hablo de política, de que buena que esta esa…y de goles son amores…

Vuelvo al  paso mareado …me acuesto…mañana será otro día de hombre . 
Es hora ya, mis sueños de hombre estuvieron en su lugar, dinero y mujeres, fueron pasando en ellos , marcándome el camino de alimentarme hombre.

Tomo mi café, bien negro de hombre , fumo mi primer cigarrillo del día, bien de hombre , mientras me visto, me afeito antes de puro hombre que soy…camisa y nudo de corbatas...a lo mas hombre…suena el teléfono, preguntan por un hombre, me ofrezco mientras salgo…no tengo otra opción, ciertas veces me da dolor ser tan hombre…

Toda la semana andando de hombre, eso si el sábado, tardecita cuando cae el sol,  me saco mi oficio de andar hombre y vuelvo a ser yo, en ese instante me crece una sonrisa y soy feliz…

 Hugo  Huberman











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sábado, 22 de enero de 2011

¿Por qué tengo miedo? si soy hombre

A veces nos preguntamos los hombres ¿por qué nos dan miedo algunas situaciones? sin embargo, nos cuesta trabajo reconocerlo y sobretodo expresarlo a otras personas.

Aguantarnos como hombres, se relaciona con las expectativas tradicionales que nuestra sociedad, familias, amigos varones sobre las formas en cómo "debemos" comportarnos.

Llegamos a sentir un nudo en la garganta, el estómago lo sentimos vacío, nos tiemblan las manos, tartamudeamos, etc.

Nuestro cuerpo lo siente y nuestras emociones también.

¿Cómo nos pesa aguantarnos esto?
¿Cómo lo hemos vivido?
¿Cuáles son las consecuencias de bloquear mis miedos como hombre?
¿Qué estoy dispuesto hacer para dejar de sentirme así?