Si usas shampoo para mujer,
piensas como mujer.
Comercial de shampoo para hombres.
Autor: Cirilo Rivera García
Michael S. Kimmel plantea que “la homofobia es un principio organizador de nuestra definición cultural de virilidad, es más que el miedo irracional por los hombres gay, es el miedo a que otros hombres nos desenmascaren, nos castren, que nos presenten como si no fuéramos verdaderos hombres”.
La homofobia está relacionada con el sexismo así como con el racismo. Muchos hombres tienen miedo a ser percibidos como homosexuales, ser visto como poco hombre es un miedo que impulsa a negar la hombría a los otros; los hombres constantemente buscamos probar nuestra masculinidad tradicional a través de la violencia, de discriminar a las y los diferentes – mujeres y hombres homosexuales- pues se considera poco digno mostrar debilidades, por lo que es necesario que los varones demos muestra de nuestra heterosexualidad.
Consideramos que el machismo dejó de existir en nuestro país, sin embargo, lo único que ha pasado es que dejó de ser un discurso de presentación de nosotros los hombres porque las prácticas siguen siendo las mismas.
El machismo y la homofobia se relacionan de tal manera que tienen un sustento netamente conservador, pues esta ideología es de doble moral porque por un lado queremos prácticas en valores sin embargo existen conductas y actitudes que lastiman a mujeres, niños y niñas.
En nuestro mundo contemporáneo, las mujeres participan de muchas formas en las actividades sociales políticas y económicas, ellas han se han sobrepuesto de la misoginia constante sin embargo, a nosotros los hombres nos ha puesto en crisis el modelo tradicional masculino, pues hemos creído que somos son los únicos que podemos ser los proveedores, merecemos ser reconocidos y podemos gobernar.
Cuando las mujeres avanzan en la lucha de sus derechos o sobresalen sus esfuerzos, algunos hombres buscan las formas de coludirse para minimizar las actividades hechas por sus compañeras.
El año pasado me tocó escuchar de un docente investigador, el cual señalaba que no había epistemología feminista, otros hombres investigadores señalan que en nuestro estado no se hacen estudios de género ni de mujeres, ¿será acaso que las investigaciones que hacen las compañeras quieres ser invisibilizadas y por lo tanto negarles el derecho ser protagonistas en
El machismo, la homofobia y la violencia de género no es exclusiva de un sector de la población pues lo mismo hay gente sin estudios como hombres con “doctorado” o “maestrías” que miran al mundo desde una perspectiva machista y por lo tanto excluyente.
Creo que debemos partir de hacer investigación desde una perspectiva integral que nos incluya a mujeres y a hombres, que las políticas públicas tengan perspectiva de género pues de no ser así, seguiremos cegados por el machismo con discurso democrático.
El que esté libre de machismo, que arroje la primera piedra.
Si queremos que las cosas cambien, asumamos nuestras responsabilidades y cambiemos nuestras prácticas machistas.
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